Mi
estadía por Italia y la odisea de sacar la ciudadanía hace que me tome
descansos, un descanso largo porque por ahora no hacía más que pensar en qué
momento culmina el trámite, algo que hay que manejarlo con actividades así no
nos mata la ansiedad. En fin hizo que al llegar el fin de semana pueda conocer
el castillo de Mussomeli, si! No les conté, estoy en Mussomeli, pero ya voy
hacer una redacción sobre esto.
Se
entiende hoy en día que el castillo fue construido sobre un fuerte
anterior de la época de Suabia, por
volutand de Manfredi III de Chiaramonte .
Mas
allá sus puertas dan paso a años remotos, donde la edad media englobaba todo y
sus mansiones eran precisamente eso, castillos. La defensa, las salas, las
piedras, todo hace que sea un gran lugar para pasear y meterse en la historia.
Caminar
en subida y pensar lo difícil que era para llegar en su momento al lugar, tal
vez no como otros castillos pero tenía su dificultad, poder adentrarse en su
momento y ante una defensa extrema seria sin lugar a duda difícil acercarse a
la puerta de entrada del castillo, pasando esa puerta hoy te recibe un parque
algo descuidado, no podía no pensar en algo hermoso en la época como flores,
prolijidad o tal vez una forma de confundir al enemigo, salidas y entradas por cuevas
internas del castillo en los extremos me generaba la idea si era para escaparse
o refugiarse. Estos mismos tenían acceso a la sala principal así que la idea
del hermoso jardín se me iba y empezaba a aparecer ese concepto de un fuerte
defensivo.
El Castillo de Mussomeli en 1549 pasó a
ser propiedad de Don Cesare Lanza, Barón de Trabia y, más tarde, Conde de
Mussomeli, padre de Laura, la desafortunada baronesa de Carini, en cuyo
asesinato, cometido por su padre o por su marido Don Vincenzo La
Grua-Talamanca, barón de Carini, por haberla pillado traicionando a Ludovico
Vernagallo, aún rondan muchas dudas. La baronesa permaneció en Mussomeli
por largas temporadas y es de ahí que surge la sugerencia del avistamiento de
su fantasma en algunas estancias del castillo, en busca de su padre para
vengarse.
Otra historia muy conmovedora tiene como protagonistas a Clotilde, Margherita y Constanza, hermanas del príncipe Federico quien, obligado a ir a la guerra, para protegerlas, las segregó en un pequeño cuarto cuya puerta había tapiado, con los bienes necesarios para esa supervivencia que , en lugar de ser breve, como él había imaginado, se prolongó, con el amargo y macabro descubrimiento, a su regreso, de las hermanas que morían de hambre, con el rostro desfigurado por el hambre y los zapatos entre los dientes en un intento de resistir. Desde la "cámara de li tri donni", se dice que se escuchan lamentos y gritos desesperados.
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